Cuando ellos enseñan...
Vinieron a buscarme. Era muy temprano y yo estrenaba el primer mate de la mañana.
- Mhel, vení Te trajimos algo -
Salí de la cocina y los chicos me acercaron las manos juntas y un secreto - Se cayó de un árbol ¿lo cuidás en tu salón hasta que sea la hora de irnos?-
Claro. Saben que el aula muchas veces, es el rincón a donde ir a emparcharse las heridas, a donde recibimos a los malos y a donde se refugian los bichos perdidos del barrio, que no tienen cabida en el currículum de nadie.
El gorrión atrevido se acomodó en una casa mullida que alguna vez fue pecera y se cubrió de las plumas y pieles que sirvieron para algún disfraz de cualquier acto escolar. Y sin saberlo, desde sus ojos tiernos se convirtió en ejemplo y maestro de todo nuestro día de aprendizajes.
Los monstruos se vuelven hadas y príncipes cuando un pichón tiembla de frío y dolor y hambre y miedo. Entonces alguien le acercó unas migas de pan del desayuno y otro desgranó un muñeco de alpiste de la ventana para que comiera más saludablemente.
Le taparon el reflejo de la luz artificial, corrieron las cortinas para que el sol lo acunara y ensayaron la voz baja para que se atreviese a confiar
- Profe - dijo él, el terrible, en un momento de silencio. Hoy leímos que un chico de 15 años entró con un arma a su clase y mató a sus compañeros
Los demás lo miraron extrañados porque hacía rato ya, que cada grupo había leído su aporte y habíamos analizado los hechos con un debate de Asamblea. Pero les pedí que lo dejasen terminar
- Yo creo, que a ese chico, nadie le dio oportunidad de saberse querido Como al pajarito Si no estuviera hoy acá, con nosotros ya estaría muerto -
Detrás del guardapolvo blanco, hoy no dejé de preguntarme en todo el día Cuántos pichones solitarios, mojados, solos, vacíos podrían despertarse del barro en el suelo si alguien, un rato, sin tiempo en vez de oír el murmullo en la marea, se concentrara humildemente en ESCUCHAR.
mheL
PS El dibujito es de Laura Saad
- Mhel, vení Te trajimos algo -
Salí de la cocina y los chicos me acercaron las manos juntas y un secreto - Se cayó de un árbol ¿lo cuidás en tu salón hasta que sea la hora de irnos?-
Claro. Saben que el aula muchas veces, es el rincón a donde ir a emparcharse las heridas, a donde recibimos a los malos y a donde se refugian los bichos perdidos del barrio, que no tienen cabida en el currículum de nadie.
El gorrión atrevido se acomodó en una casa mullida que alguna vez fue pecera y se cubrió de las plumas y pieles que sirvieron para algún disfraz de cualquier acto escolar. Y sin saberlo, desde sus ojos tiernos se convirtió en ejemplo y maestro de todo nuestro día de aprendizajes.
Los monstruos se vuelven hadas y príncipes cuando un pichón tiembla de frío y dolor y hambre y miedo. Entonces alguien le acercó unas migas de pan del desayuno y otro desgranó un muñeco de alpiste de la ventana para que comiera más saludablemente.
Le taparon el reflejo de la luz artificial, corrieron las cortinas para que el sol lo acunara y ensayaron la voz baja para que se atreviese a confiar
- Profe - dijo él, el terrible, en un momento de silencio. Hoy leímos que un chico de 15 años entró con un arma a su clase y mató a sus compañeros
Los demás lo miraron extrañados porque hacía rato ya, que cada grupo había leído su aporte y habíamos analizado los hechos con un debate de Asamblea. Pero les pedí que lo dejasen terminar
- Yo creo, que a ese chico, nadie le dio oportunidad de saberse querido Como al pajarito Si no estuviera hoy acá, con nosotros ya estaría muerto -
Detrás del guardapolvo blanco, hoy no dejé de preguntarme en todo el día Cuántos pichones solitarios, mojados, solos, vacíos podrían despertarse del barro en el suelo si alguien, un rato, sin tiempo en vez de oír el murmullo en la marea, se concentrara humildemente en ESCUCHAR.
mheL
PS El dibujito es de Laura Saad
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